Puedo bailar a tu alrededor y
hacer que parezca solo luz en la noche.
Puedo temblar contigo si me
faltas para crear caminos de vuelta.
Puedo dejar huella para ser
recuerdo esotérico frío, noche, miedo.
Puedo ser mujer como principio y
ser humano como fin necesario.
Puedo ser lluvia para dejarte
llorar tranquila.
Puedo olvidarte y quedarme sin
motivos ni razones.
Admiro las posibilidades de todos
los mortales.
Puedo sentir asco en los labios y
frenarlo.
Puedo estar sola y aprender a
encontrarme.
Puedo volver a volver a dejarme.
Puedo arrodillarme hasta tocarme
con la frente las puntas de los pies y desaparecer.
Puedo viajar sin moverme de este
parque o de este bar o de esta nada.
Puedo ser el todo por el que
nunca pagues un puto duro.
Puedo venderme, pero no quiero.
Puedo exclavizarme para el resto,
pero no quiero.
Puedo agachar la frente y asentir
mi vergüenza, pero no quiero.
Puedo quererme más y mejor y
siempre.
Inmortalizarme en dos páginas, decirte la verdad, confesar
cada pecado, dejarme de todo y de todos vosotros.
Pero no quiero.... esta mierda de
verano sin invierno, ni esta sonrisa sin la falta, ni esta casa sin la
despedida, ni la playa sin naufragios.
No me quiero los poderes que me
harán más pequeñita porque eso ya me lo hace el resto.
Oración de los reyes de nadie, en
las manos del pobre de nada, del dueño de vida.
Del querer por mi misma.
Puedo bailar a tu lado y hacer
que parezca solo luz en la noche.
O puedo dejar de hacerlo y
obligar a tus fantasmas a seguir tocando
Hasta que se acabe el baile.