Aprendo a caminar sobre cristales, a olvidar ojos tristes.
Suena la banda sonora de mi muerte y no me presento,
prefiero vivir lento que hacerlo sin aliento.
Las noches están hechas para echarte de menos.
Sobraban hijos de puta y tú eras uno de ellos.
Paso frío por todo lo que no hicimos,
critico tu sonrisa por no ser mía, cariño.
No consigo despedirme, y al irte
me sobraron motivos para llorar mi parte.
Canta por mi, séptimo arte,
pero no vuelvas, aquí nadie quiere volver a verte.
Nos sobraban tiempo, y ganas.
Perdimos la cordura, madre locura si me acompañas
a este ultimo baile, de agallas.
Voy a tejer tu soga con el hilo de mis bragas.
Contra tus "no más" mis "ni menos" ,
nos salieron mal las cuentas y follamos como perros.
Imposible olvidarte, memoria de moribunda.
Aquí todos tenemos pasado olvidando lo pisado,
pero el tuyo no tiene cura.
Vete a beber a tu ciudad,
a la mía ya le sobra mierda por la que luchar.
Las aceras susurran tu nombre cada noche
y me juro que no, que no, no mas derroches.
Ni excesos ni cicatrices,
escribo tu nombre sobre mi espalda y rezo por que me olvides.
Después de tanto intentarlo
me vestí para un ultimo asalto,
medias rojo sangre para un medio lince medio gato.
A mi no me la juegas muerto de hambre,
guárdate tus besos, tu corazón de alambre.
Cazar, nunca ha sido tan fácil.
No es que seas ágil es que follar es gratis.
Esta puta ciudad se ha venido abajo,
las tías ya no se visten para salir, lo hace para empalmaros.
Y estáis contentos, vaya,
cruzáis la barrera del conformismo si os acompañan.
Tenéis un miedo irremediable a la soledad.
Jamás habéis estado tan solos y en verdad
compráis camas para olvidar.
Lo habéis perdido todo entre otras piernas, recordad:
Nacisteis sin nadie y os echasteis a llorar.