Marwan.
Despedirme me está costando más de la cuenta, tal vez, porque todavía no haya acabado, porque llevo ya más de dos meses en este estado de sin-sentido y sin-ti y ni siquiera conmigo.
Tantos abrazos y ningún adiós, tantos besos y ningún quédate. Tantas veces te he mirado a los ojos y tan pocas te he dicho todo lo que pienso, que ya no sé si quiero hacerlo.
Lo siento, si vi en tu manos los hijos que no tendremos, la casa en la que nunca viviremos, las tardes abrazados en las que nunca nos perderemos. Habrá suerte, si volvemos a encontrarnos. Si no he vendido este juicio es por que no sé si quiero ganarlo, o dejarme perder. Porque no sé en que lugar encontrarme, desde que no te encuentro a ti.
Me fui, contigo, a sabe dios donde, a donde quiera que hayas ido, no lo sé. Una mitad, quiero decir, la otra sigue en este invierno etéreo que acabaré por romper.
-Que tal?
-Bien
-Me alegro
Joder, claro que me alegro. Me alegro de que no me devuelvas la pregunta por que no sabría que decirte.
-Aquí, sin ti, sin más, sin mí...
-Vaya...
Busca una palabra que me explique a medias, sangrando, lloviendo, sonriendo como si todo fuera de puta madre. Pero que suene bien, por favor.
Busca una palabra que explique como me siento desde que salí de ti, sin querer, y me empotré, contra la realidad. Porque, no estaba ni yo.
-Nos vemos
Me vale.
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