martes, 20 de mayo de 2014

Estás desapareciéndome.

Como de costumbre, esta noche iba a escribirte, a ti, que me tienes harta. Que solo llenas folios y ganas de navegar en mares en calma. Y como de costumbre, no puedo. Olle! Vine para decirte, para decirme, que aunque no te conteste nunca, no dejo de pensarte. Que he guardado cada segundo sin ti todo este tiempo para poder pasarlo contigo mañana. Quería dejar pasar las horas para que, una de dos, o volvieras con ellas o te fueras del todo. Y...mierda! Ni has pasado de largo ni te veo volver. Esta vez aspiraba a explicarte que cada noche, cigarro en mano izquierda, bolígrafo en derecha, me lleno de valor para decirte que me muero de ganas de contarte que sabía...que no aparecerías. Un "nos vemos" y un "tal vez" no firman un acuerdo de desnudos. Y que putada! Ni un beso, ni media mirada, ni el silencio de la falta que me haces. Esta noche, y solo esta noche, he quemado todas mis libretas, partiendo, como solo tú sabes hacerlo, todo utensilio para empezar cualquier carta diciéndote "te echo de menos", pero no me ha salido bien. Todavía me queda memoria para versarte de cabeza y no olvidarte, para tenerte ganas y convertirte un poquito más en esta nada en descendente. Estás desapareciéndome. Pero ya no me queda fuerza para correr hasta tu portal y pedirte que vuelvas.  Aprovecho el tirón del texto, escúchame, no me veo en otros labios ni en otra cama. Los dos sabemos que me faltas para decirte cuanto te quiero, para agarrarte del brazo y que no salgas corriendo, valiente! Si no dejas de gritar voy a tener que cerrarte la boca a la fuerza y aún no se como hacerlo. Me gustaría saberlo, y saber a ti. Esta noche he soñado contigo y, manda cojones, todavía no me he acostado. Y tú sigues en la parte baja de aquel puente. Sin oírme gritar que para tirarte necesitas altura. Pero tranquilo, para eso estoy yo aquí, para tirarme por los dos. O, por lo contrario, si fuera necesario, para tirar por la borda todas mis propuestas de sonrisas indecentes. Para eso estoy yo aquí, en la parte alta del puente, o en el borde de mi cama. Que viene siendo lo mismo, no?
Y, manda cojones...me caí sobre tu pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario