Ojalá tu ausencia solo significara que no estás, y no que desde que te fuiste yo no he vuelto a encontrarme. Que las noches no son oscuras porque no son noches sin tus caricias, que las mañanas no se llaman mañanas porque no preparo café para dos o si lo preparo se enfría, y solo lo hago para tener un motivo más para levantarme de la cama. Ojalá cuando decidimos perdernos decidiéramos no llevarnos con nosotros esas ganas de besarnos. Ojalá pudiéramos intercambiárnoslas y así querernos un poquito más. Para dejar de herirnos, digo, para dejar de sangrar a cada segundo. Ojalá no dolieses tanto, amor.
Y por pedir, ojalá volvieras, y por creer ojalá me quieras, y por sentir ojalá comprendas que siento no tenerte como si me arañasen el alma todas las noches. Los atardeceres dejaron de serlo porque ya nunca se me hace tarde esperándote si al final apareces. Y ojalá ese sea todo nuestro problema, que estamos esperándonos un rato...pero que apareceremos, y será hasta el final.
Amor, ojalá me quieras como yo te siento, vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario