viernes, 12 de diciembre de 2014

Nadie pudo forzar la poesía.

Nadie pudo forzar la poesía.
Y tú, cuántas veces al día vomitas?
Acabo de acabar de quererte.
A partir de ahora, las sábanas verdes,
o rosas, o azules, pero no blancas.
Has mirado a la muerte a los ojos?
O te contesta vía e-mail?
Vivíais en otro tiempo, ahora sobrevivimos.
Tengo hambre, que no ganas de comer.
Me fumaría aquí un cigarro.
Me multarían por ello?
Y por ser feliz?
Espero que hayas amado, por que
siento decírtelo, ya no hay tiempo.
Has bebido, al menos es algo.
Tengo tres hombres en mi vida
y un ángel de la guarda.
Estoy al borde de un cambio de cifras.
Dos hombres, un ángel y un funeral.
A veces, las cosas, duelen.
A veces, son solo, cosas.
Nadie pudo forzar la poesía, pero sí
las cenizas, los escombros, el tiempo,
las ganas, si pierdes,
las noches, a solas,
y todas esas cosas, que en realidad,
nadie pudo explicar.
Como la muerte.

Por cierto,
si te envía un e-mail, avisa!

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