miércoles, 17 de septiembre de 2014

Tú y tus facilidades, mis fatalidades.

He aprendido que es más fácil hacerte un hueco en un cajón que entre mis líneas.
Cruzar las agujas del reloj y parar el tiempo, a cruzarme contigo aunque lo intente.
Describirte con miradas y sonrisas, a tener que hacerlo con palabras.
Versarte,  a decirte que te quiero.

Es más fácil inventarse mil excusas, a decir una verdad.
Salir corriendo en plena guerra, que plantarle cara a los contrarios.
Bajar la cabeza antes que mirar a los ojos a esa persona que en realidad, busca en ti un abrazo.
Olvidar días, que meses.

Por eso, nunca hemos llegado a llenar un calendario.
Por eso y porque tú, ni lo has intentado.
Y yo, he temido tener que dejar de hacerlo.
Por eso, fuimos nada.

Demasiado para ti, y yo me quedé con las ganas.




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