viernes, 24 de abril de 2015

Si no fuera yo tú tampoco.

Si solo te hubieras dejado la risa
y no las ganas.
Si en lugar de distancia
hubieras besos.
Si pensarte no fuera como rezar
a un dios prohibido
de una religión perdida
de un país olvidado
de otro planeta
sin ti.
Si mirarte a los ojos no sonara
tan música
ni tocarte
tan grito
ni pensarte
tan libro.
Si no fueras tú,
tan imposible como siempre,
no tendría sentido dolerte,
escribirte o llorarte
difunto de tiempo
o incluso de ganas.
Si no fuera yo
tú tampoco,
admítelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario